El novel actor Emanuel Soriano, que actualmente se encuentra participando en la obra La Abogada de los Necios, nos cuenta como es que empezó a desarrolarse en el mundo de la actuación.
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¿A qué edad te diste cuenta que tenias talento en la actuación?
Bueno todo empezó desde muy chico en las reuniones familiares, me gustaba actuar, me gustaba imitar, me gustaba bailar, imitaba a Cantinflas y hacía así mis numeritos en el colegio también bueno desde ahí empezó, lo dejé de lado hasta la secundaria que pusieron un taller de teatro en mi colegio gracias al padre Miguel, entonces ahí dije me salgo del básquet y me voy para el teatro. Ahí conocí a un profesor de teatro muy bueno, los profesores aparte de los que me enseñaban me dijeron que yo era muy bueno que debería dedicarme a eso. Mis amigos también me incentivaron entonces no solamente me di cuenta que yo veía eso, sino que el resto también veía que era bueno. Entonces empecé a protagonizar las obras de teatro de mi colegio, el profesor me decía que era bueno, interpreté a bastantes personajes, desde personajes bohemios, una vez hasta hice de una cholita, he hecho de Jesucristo en la obra de Jesucristo Súper Star, y así fue todo. Gracias a esta obra, un padre de mi congregación salesiana, comunicador social, decidió hacer una película porque justo en ese año se cumplían cincuenta años de canonización de la vida de un santo salesiano que se llama Domingo Savio, entonces el tuvo la iniciativa de hacer una película sobre este santo, película que no se había hecho en ningún lugar, se habían hecho del patrono de mi casa de estudios, que es san Juan Bosco pero de Domingo Savio no, entonces el comenzó a hacer el casting, me vio actuar, vio actuar a mis demás amigos en la obra, hizo el casting a diferentes personas no solo a los salesianos. Me acuerdo que la noticia del casting salía en el canal 7 y hablaban un montón sobre eso, hasta que me hizo el casting a mí y finalmente me eligió.
¿Creíste que te iban a dar desde el comienzo el papel protagónico?
Bueno la verdad que no era que estaba confiadísimo, me acuerdo que fue muy chistoso porque en un principio lo interpretaba bien bueno, bien lindo, pero en verdad no, ese no es un santo, estaba tan equivocado al tener ese concepto, el director de casting al que ya conocía, me dijo no, el no es el buenito ni nada por el estilo, sé simplemente natural. Comencé a interpretarlo así buenito sin que tenga ese cliché de ser lindo y ahí me empezó a salir, bueno pero de todas maneras no estaba convencido, por lo mismo que todo era experiencia, todo era empírico, nada era nuevo, no tenía estudios o bases en eso y así fue como dije bueno vamos a probar, no solamente yo, también lo probaron mis amigos. Fue tan chistoso porque el personaje antagonista, que es mi enemigo, es mi mejor amigo en la vida real, igual ahí hay varias personas que son mis amigos del colegio y resultaron participando también en la película.
¿Habías llevado algún taller profesional de actuación cuando realizaste esta película aparte de los que tuviste en el colegio?
No, como te digo todo era empírico, de la experiencia de lo que yo había visto, de las películas, de lo que me gustaba actuar pero no tenía conocimientos en nada, pero cuando terminó la película, que fue en abril del 2004, a mi profesor de teatro le llegaron unos folletos sobre el Centro Cultural de la Católica, allí había un taller de actuación con Alberto Isola, con Aristóteles Picho y con Bruno Odar, yo no podía entrar a ninguno de los dos primeros porque eran para chicos de mayor edad, y yo en ese tiempo tenía 15 años, entonces el único al que podía entrar era al de Bruno Odar, nunca había escuchado hablar de él, pero dije bueno vamos a ver, le hablé a mis papás que estaban en Estados Unidos, y saben que a mí me gusta eso, por eso me apoyaron y porque contaban con la economía suficiente para hacerlo. Fui el primer día, estaba nervioso y tímido, menos mal poco a poco he ido perdiendo eso. Conocí a Bruno, así fue que comenzó, fueron 4 niveles, al principio estuve en el primer nivel, luego me invitó a su segundo nivel, pero ya no en el Centro Cultural de la Católica, sino en otro lado. Luego lo dejé cerca de 6 meses porque ya no contaba con la economía suficiente, mi mamá regreso al Perú y ya no tenía como pagar eso. Ellos me llamaban constantemente y me decían que no querían que se perdiera un talento como yo, y yo les decía que en verdad me encantaría regresar al taller pero realmente no tenía plata, no podía solventar los estudios, entonces me dijeron que me daban media beca. Entonces volví y ahí seguí mis estudios con el grupo que había dejado antes, terminé el taller de Bruno, seguí con el taller de Alberto Isola, terminé su taller también. Pasaron como 4 meses y encontré un taller de dirección y actuación frente a cámaras en el teatro de la Universidad Católica y justo había tenido plata porque había hecho unas locuciones. Me metí en ese taller, y aprendí, ya no solamente era esa parte de teatro sino también para incursionar en el cine y en la televisión, y como ya había tenido la experiencia, ya sabía cosas de producción, de dirección y actuación frente a cámaras, sin embargo quería cultivar más eso en mí.
¿Cómo fue tu experiencia en la película El Premio que esta próxima a estrenarse en marzo?
Fue una experiencia nueva, muy gratificante por varias cosas. Una de ellas fue porque era la primera vez que me tocaba ser un personajes muy diferente a mí, es cierto que es chévere porque es mi segundo papel protagónico, ya hice la vida de este santo, pero ahora era un personaje súper diferente, un personaje antisocial, reprimido, egoísta, confundido, podría ser un típico adolescente, podría identificarse con algunas cosas de mí, pero era muy diferente, entonces me costó bastante hacerlo o interpretarlo, eso fue una de las cosas chéveres de la experiencia. Otra de las cosas fue poder participar en un largometraje de Chicho Durand, que es un cineasta conocido y reconocido aquí en el país y poder actuar con actores ya de renombre como José Luis Ruiz, Melania Urbina, Mayela Lloclla, Magdyel Ugaz. Fue en verdad sensacional, el hecho también de grabar en diferentes locaciones, en diferentes lugares, de tener una experiencia más comercial, más profesional.
¿Y qué estás realizando ahora?
Ahora estoy en un proyecto que dirige Bruno Odar, una obra de teatro que se llama La Abogada de los Necios, es una obra en la que actúan Hayde Cáceres, Pold Gastello, Carlos Cano, es una obra familiar que habla sobre como un grupo del pueblo, del clero viven con miedo, son corruptos. Yo interpreto a un fraile que trata de no inmiscuirse en esta corrupción, tiene un perfil de ingenuo sin embargo, finalmente se demuestra que no lo es. Es mi primera temporada en el teatro donde recién se ve si un actor realmente tiene talento.
Bueno Emanuel te agradezco mucho por esta entrevista
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